Conozca lo que tienen en común
Los Trastornos del Desarrollo Infantil como el TDAH, la Dislexia, el Asperger y los Trastornos del Espectro Autista, incluyendo, el TOC, el Tourette y el PDD, comparten muchos problemas de aprendizaje y trastornos de conducta. Sin embargo, tenemos en cuenta que cada trastorno es de naturaleza compleja, y que implica a todos los sistemas del cuerpo.
Curiosamente, aunque los trastornos del desarrollo infantil pueden manifestarse con una variedad de síntomas, la causa fundamental de estas disfunciones es común: un desequilibrio cerebral. Cuando los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro no están equilibrados o sincronizados eléctricamente, se utiliza el diagnóstico de síndrome de desconexión funcional. Cuando un niño tiene una desconexión funcional entre el hemisferio derecho y el izquierdo del cerebro, mostrará habilidades normales o de alto funcionamiento asociadas a un hemisferio y habilidades amortiguadas o severamente limitadas asociadas al otro hemisferio. El empeoramiento de los signos y síntomas a medida que el niño envejece parece ser el resultado de que un lado del cerebro madura más rápido que el otro.
Los niños con trastornos del desarrollo presentan una combinación de diferentes síntomas que incluyen problemas sensoriales, motores, cognitivos, académicos, emocionales, inmunológicos y digestivos. Desgraciadamente, la mayoría de los profesionales siguen abordando y tratando al niño como si tuviera una sola condición. Además, muchas veces estos niños están siendo etiquetados subjetivamente (principalmente a través de las evaluaciones de los padres) y no están siendo evaluados neurológica y objetivamente.
Una evaluación neurológica exhaustiva revelará qué hemisferio está subdesarrollado y evaluará las vías neurológicas para detectar la sobreactividad y la infraactividad. Las pruebas específicas incluyen, entre otras, pruebas de reflejos primitivos, pruebas de la función de los nervios craneales, de la función cerebelosa y de los campos oculares frontales, e incluso análisis de sangre de rutina. Una vez recogidos los datos objetivos, se puede elaborar un plan de tratamiento para estimular y promover la integración o sincronización hemisférica, permitiendo así que el cerebro funcione como un todo. Sin tratamiento, el lado débil se debilita y el lado fuerte se vuelve dominante, lo que puede dar lugar a síndromes de negligencia. Sin embargo, con un tratamiento hemisférico específico, se puede fomentar que el lado débil se ponga a la altura del lado dominante.
¿Por qué Carolina Brain Center?
El Dr. Dane aporta 20 años de experiencia al Triángulo y ha ayudado a muchas personas a conseguir un cerebro y un cuerpo más sanos.
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